La bronconeumonía es un tipo de neumonía que afecta sólo a los alveolos, bolsas de aire que sirven para transportar el oxigeno a la sangre y expulsar el CO2 de la misma. ¿Dónde se encuentran los alveolos? Están al final de los bronquiolos, a su vez, precedidos por los bronquios.
A nivel poblacional, la bronconeumonía afecta principalmente a niños de hasta dos o tres años que todavía no tienen las defensas para luchar adecuadamente contra agentes externos, y a personas mayores. Esto no implica que haya personas de todas las edades potencialmente proclives a padecer bronconeumonía.
Diferencia entre neumonía y bronconeumonía
Como la neumonía, la bronconeumonía es grave y puede causar la muerte si no se trata a tiempo. Sin embargo, estas dos infecciones se diferencian en que, mientras la neumonía se propaga por todos los pulmones, la infección por bronconeumonía solo se centra en los mencionados alveolos.
Causas de la bronconeumonía
Al igual que otras enfermedades respiratorias, las principales causas de la bronconeumonía tienen su origen en la infección por agentes externos como virus, hongos o bacterias. Esto la convierte en una enfermedad contagiosa por medios como la tos.
Además, hábitos como fumar, consumir alcohol, frecuentar ambientes poco saludables o tener bajas las defensas pueden aumentar las posibilidades de padecer esta enfermedad.
Tampoco hay que olvidar las complicaciones de otras enfermedades como la gripe, el resfriado o las dolencias bronquiales de bronquitis o bronquiolitis. Estas dos enfermedades, si no se tratan adecuadamente, pueden conducir a una bronconeumonía.
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Síntomas de la bronconeumonía
Son muy similares a los de la neumonía y bronquitis, por eso es muy importante, ante los primeros síntomas, acudir al médico para detectar exactamente de qué enfermedad se trata y elegir el tratamiento adecuado.
En cuanto al orden de la aparición de los síntomas, el primero de ellos son molestias en los lados del torax cuando se inhala aire. Si la infección evoluciona, los alveolos comienzan a dejar de funcionar bien y aparece la fatiga derivada de no respirar bien. En el momento en que aparece la fiebre, ya estamos hablando de una infección de bronconeumonía desarrollada, con una temperatura que suele estar entre los 37,5º y los 38º.
Como ocurre con la bronquitis, el cuerpo, para contrarrestar la infección, genera mucosidad para expulsar los gérmenes, por lo que la tos con flema es otro de los síntomas comunes en infecciones ya avanzadas. Si no se trata, pueden devenir escalofríos y mareos.
Tratamiento de bronconeumonía
Va a depender de la gravedad de la bronconeumonía y la causa de la infección. En cuanto a los niveles de la misma tenemos: leve, moderada y grave. En el caso de la infección leve y si la persona es joven y no ha tenido una enfermedad respiratoria anterior, con medicación, hidratación y descanso, se puede curar en una semana.
Cuando la infección es moderada y grave -especialmente en personas mayores– es muy importante que los médicos hagan un seguimiento constante de la evolución de la bronconeumonía.
Si hablamos del tipo de medicación a incluir en el tratamiento, todo depende de la causa de la infección. Si esta es bacteriana se podrán utilizar antibióticos para contrarrestarla. Por el contrario, si es vírica o provocada por hongos, los antibióticos habrá que dejarlos a un lado para tratar la bronconeumonía con antivirales o antibióticos.
A esta medicación inicial, habría que sumar otra para mitigar los síntomas como jarabes para una mejor expectoración o analgésicos para la fiebre. A todo lo dicho, hay que añadir el consumo de agua necesario para estar bien hidratado y descanso durante todo el tratamiento.
No seguir estas recomendaciones puede llevar a que la bronconeumonía no se cure bien y se cronifique. Así, en futuros contagios de enfermedades como la gripe puede volver a aparecer.
Cómo prevenir la bronconeumonía
La mejor forma de luchar contra la bronconeumonía es la prevención y unos hábitos y comportamientos que merece la pena tener en cuenta:
- Curarse bien todo tipo de enfermedades respiratorias. No hay que olvidar que un simple catarro mal curado puede desembocar en bronconeumonía.
- Mantener siempre las defensas altas para que el cuerpo pueda eliminar virus, hongos y bacterias con facilidad.
- Evitar fumar.
- Si se trabaja en atmósferas poco saludables, utilizar mascarilla. Más allá del COVID, se ha demostrado que el uso de la mascarilla en lugares cerrados puede, prácticamente, anular las infecciones de gripe.
- Vacunarse contra la gripe o la neumonía neumocócica.
Bronconeumonía en personas mayores
Ya hemos dicho que niños y personas mayores son las más proclives a padecer esta enfermedad respiratoria. Con la diferencia que los ancianos tienen menos salud para afrontar la bronconeumonía. De ahí la importancia de prevenirla o detectarla lo antes posible.
Bronconeumonía: tratamiento en mayores
La bronconeumonía es grave, muy grave en personas mayores. Por ello, incluso una afección grave debe estar monitorizada constantemente por médicos. Es decir, no es recomendable que una persona mayor se intente curar en casa de bronconeumonía, sino que es mejor su ingreso hospitalario. Si no es posible, siempre está la opción de ingresar a la persona mayor en una residencia de modo temporal o contratar a un sanitario a domicilio para que aplique el tratamiento correctamente.
Durante el mismo, es muy importante controlar los niveles de saturación de oxígeno en sangre. En personas mayores, este tipo de infecciones pueden evolucionar muy rápido. Al mismo tiempo, también es importante controlar la fiebre y mantener el aire renovado. Si es necesario, se puede utilizar un humidificador para mantenerlo húmedo y reducir así la tos por sequedad en el ambiente.