Las cooperativas de viviendas para personas mayores se han popularizado mucho en los últimos años gracias a sus múltiples ventajas. Pero, ¿sabes exactamente en qué consiste esta nueva modalidad residencial? En estas líneas te damos las claves, pues abordamos qué es el cohousing, sus ventajas, sus modalidades y sus diferencias con el coliving.
¿Qué son las cooperativas de viviendas para personas mayores?
Las cooperativas de viviendas para personas mayores, que también reciben el nombre de cohousing senior, son una modalidad de residencia que se aleja del concepto de geriátrico y se acerca más al de residencia de estudiantes, puesto que los socios de dicha cooperativa viven en un gran recinto, cada uno en su propia habitación-apartamento, disfrutando de espacios y servicios comunes, como puede ser una lavandería, una peluquería, un parque, etc.
Hay tres conceptos clave para entender lo que es el cohousing senior:
- Envejecimiento activo: este tipo de residencias va dirigido a personas mayores con pleno grado de autonomía, independientemente de que los socios decidan contratar periódicamente los servicios de algún especialista sociosanitario, como puede ser un fisioterapeuta o un médico privado. Y ese grado de autonomía hace posible que se organicen actividades comunitarias, ya sean de carácter lúdico o para el mantenimiento del recinto
- Socialización: por todos es sabido que uno de los grandes problemas de la tercera edad es la soledad. Pero si se opta por una vivienda colaborativa como esta, ese problema desaparece, puesto que cada socio disfrutará de la compañía de decenas de personas con gustos e inquietudes similares
- Intimidad: a pesar de las grandes posibilidades de socialización, en estas cooperativas de viviendas para mayores se garantiza la intimidad, puesto que cada habitación es un mini apartamento privado con todos los servicios (cocina, baño, etc.)
¿Qué ventajas y desventajas tiene el cohousing senior?
La elección de vivienda es siempre una decisión muy importante. Y como sucede siempre que nos toca decantarse por una opción u otra, es aconsejable poner en una balanza los pros y los contras para valorar y decidir. Por ello, a continuación enumeramos las ventajas y las desventajas del cohousing senior.
Ventajas del cohousing
Las ventajas que a continuación enumeramos son suficientes para convencer a muchos mayores de que esta es la mejor opción para vivir durante su periodo de jubilación.
- Fomenta el envejecimiento activo a través de actividades y tareas comunitarias
- Evita la soledad en los mayores, habilitando numerosos espacios de socialización
- Garantiza la privacidad por completo, puesto que el recinto se compone de apartamentos totalmente equipados y privados
- Aunque una vivienda colaborativa no está tan medicalizada como una residencia geriátrica, el hecho de convivir con más personas aporta sensación de seguridad, reforzada por los eventuales servicios sociosanitarios contratados por la comunidad
- El socio mantendrá intacta la sensación de sentirse útil, puesto que deberá ser autónomo y responsable de sus tareas básicas, como hacer la compra, cocinar su comida, lavar su ropa, etc.
- El socio puede recuperar su inversión vendiendo o pidiendo el reembolso de las cantidades entregadas por sus derechos de uso
- Los herederos del socio mantendrán sus derechos de uso en la cooperativa cuando éste ya no esté
Desventajas del cohousing
No hay que olvidar que, como en toda modalidad de vivienda, el cohousing también tiene ciertos inconvenientes que pueden echar para atrás a potenciales socios.
- El coste de una vivienda colaborativa supone un importante desembolso inicial para adquirir los derechos de socio, como veremos más abajo, lo cual no todos los mayores pueden afrontar
- Se trata de una modalidad de vivienda pensada para mayores con plena autonomía y capacidades, puesto que no cuentan con una plantilla de trabajadores sociosanitarios para sus cuidados, como sí ocurre en las residencias geriátricas convencionales
- Las normas de convivencia son las que dictaminan los estatutos de la cooperativa, de modo que no se tiene la misma libertad que en un domicilio particular en cuestiones como las visitas de familiares, por ejemplo
Dos grandes modalidades de cohousing en España
Se puede hablar, de manera general, de dos grandes modalidades de cohousing en España. Son las siguientes:
- El cohousing urbano, que cada vez ofrece mayores posibilidades en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, pero también en áreas concurridas de destinos vacacionales, como la Costa del Sol
- El cohousing rural, que se beneficia de un precio más barato del terreno en el que construir y facilita un mayor contacto con la naturaleza, además de ayudar a revitalizar la llamada España vaciada
¿Cuánto cuesta el cohousing y cuáles son sus condiciones económicas?
Como hemos dicho más arriba, este es sin duda uno de los grandes hándicaps a los que se enfrentan quienes desean formar parte de una cooperativa de viviendas para personas mayores. El precio, lógicamente, varía en función de numerosos factores, como la ubicación del recinto, los espacios comunitarios disponibles o el tamaño del apartamento.
A modo orientativo, es posible adquirir una plaza en una cooperativa de cohousing a partir de 50.000€ aproximadamente, llegando incluso hasta los 300.000€ en zonas cotizadas de las grandes ciudades. Además de ello, existen gastos mensuales a los que hay que hacer frente, de modo que todos los cooperativistas deberán aportar una cuota periódica, cuya cantidad establece la propia cooperativa.
Pero quizás lo más importante de este coste es que se tiene que abonar antes de entrar a habitar la vivienda, lo cual supone un importante desembolso inicial que no todas las personas mayores pueden asumir. Los más ahorradores quizás tengan ese dinero reunido cuando llegue el momento, pero otros podrían verse obligados a solicitar un crédito bancario para ello, con las dificultades que eso conlleva cuando ya se tiene una cierta edad.
¿Se hereda una plaza de cohousing?
Esta es una de las cuestiones que más interesa a muchas personas mayores que se plantean formar parte de un cohousing colaborativo. Y lo es porque quieren que su legado llegue en las mejores condiciones a sus herederos el día de mañana.
Conviene recordar que el régimen jurídico de estos recintos residenciales es el de cooperativa, una entidad que se crea para gestionar todos los aspectos del complejo residencial, desde la compra del terreno y la construcción del edificio a la contratación de servicios y suministros comunitarios. Y una cooperativa es una sociedad formada por la unión voluntaria y democrática de sus cooperativistas.
Por ello, en el punto relacionado con la herencia o transmisión de derechos del socio, conviene remitirse a los estatutos de la cooperativa y a las leyes específicas sobre las cooperativas, ya sea de carácter estatal o autonómico, donde se recogen la forma en la que los herederos reciben los derechos que tenía el fallecido.
En líneas generales, se pueden dar dos supuestos:
- El heredero o herederos aceptan los derechos del socio en la cooperativa, por ejemplo para entrar a vivir en ese momento o en el futuro
- El heredero o herederos desean renunciar a esa plazay, por tanto, solicitan a la cooperativa el reembolso de las cantidades aportadas por el socio fallecido
Sin embargo, no hace falta esperar al fallecimiento para que exista un cambio de titular de los derechos de socio: la persona interesada puede ponerse en contacto con la cooperativa para poner a su disposición sus derechos, pudiéndose vender su plaza a través de ella, pero no de manera unilateral por parte del socio.
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Coliving, una alternativa
Como hemos visto, el cohousing es una solución habitacional muy interesante para personas mayores, pero con un coste elevado. Por ello, existe una solución alternativa a la que recurren muchas personas: el coliving.
La principal diferencia es que las personas que viven colaborativamente en coliving no deben hacer un gran desembolso inicial porque no son cooperativistas. Es decir, los propietarios del recinto o edificio donde están estas viviendas no son los residentes a través de una cooperativa, sino que puede ser una entidad privada que ha invertido en su construcción y oferta sus plazas a modo de alquiler. Por tanto, se puede equiparar a las oficinas o puestos de trabajo en coworking, pero en este caso a nivel residencial.
En este sentido, es una solución más inmediata: una vivienda con mayor facilidad para entrar a vivir y también para abandonarla. En cambio, el dinero que la persona mayor invierte en esta vivienda no se recupera en forma de reembolso o de herencia para sus hijos. Y eso hace que esta solución no sea extraña entre personas más jóvenes y que se conciba con un carácter más estacional, en vez de un lugar para residir permanentemente.
Como ves, el cohousing senior o viviendas colaborativas son una opción muy interesante para vivir durante la jubilación, pero no está exenta de inconvenientes. Y dado que supone un desembolso inicial importante, conviene analizar todo con calma antes de tomar una decisión.